¿Por qué me fatigan las video llamadas?

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Liderazgo que transforma… Máximas para recordar acciones. 

Es la nueva medida para todo tipo de interacciones, pero aunque es la nueva forma útil de permanecer comunicado y conectado con los demás; a llegado el momento en que nos damos cuenta que pasado el tiempo nos provoca ansiedad y es agotador.

De acuerdo con las conclusiones a las que ha llegado el profesor de INSEAD, Gianpiero Petriglieri, junto con la profesora de la Universidad Clemson, Marissa Shuffler, el cuerpo humano registra de manera distinta una videoconferencia, ya que se pierden aspectos como el tono de voz, parte de las expresiones faciales y gestos físicos. Esto requiere mayor atención por parte del usuario, ya que es complicado captar estas nociones de la comunicación cara a cara y puede resultar agotador.

Yago de la Cierva, profesor de Dirección de Personas en las Organizaciones del IESE, enfatizó que “el lenguaje no verbal es el primer ingrediente de la comunicación oral”. En una reunión por medio de video llamada, la interpretación y el sentido se ven muy limitadas, sumándole que “tenemos dos dimensiones en lugar de tres, y porque estamos sentados y quietos de ordinario y el control del espacio es importantísimo”, aseguró de la Cierva.

“Nuestras mentes están juntas, mientras nuestros cuerpos sienten que no lo estamos. Esa disonancia que hace que las personas tengan sentimientos encontrados, es agotadora. No puedes llevar a cabo una conversación de forma natural.

Por otro lado, el silencio mientras conversamos cara a cara se considera una pausa natural. Ese mismo silencio se ve y se siente más negativo durante una video llamada.

Otro punto es que las video llamadas en la actualidad nos remontan en todo momento a recordar nuestro confinamiento actual. Por ello se recomienda ser muy cauteloso con las video llamadas, que sean ocasionales y sobre todo productivas.

Hay que tomar en cuenta que no todo el estrés puede ser adjudicado a las videoconferencias, ya que el simple hecho de estar confinados ya produce una apatía general.

“Estamos inquietos, con un déficit de atención tremendo que nos hace mariposear de una cosa a otro porque no conseguimos concentrarnos”. De igual forma, reiteró que “la imagen televisiva necesita manipulación para que refleje la verdad”.

“Si queremos salir naturales tenemos que actuar un poco; si queremos que nuestro rostro salga normal, tenemos que maquillarnos; si queremos que nuestra voz se escuche mejor, tenemos que subir o bajar el tono de manera algo artificial”.

Por su parte, Ignacia Arruabarrena, profesora agregada del Departamento de Psicología Social de la Universidad del País Vasco, comentó que “cuando uno de los componentes de la comunicación está ausente o limitado – como sucede en las videoconferencias – emisor y receptor se ven obligados a invertir mayor atención y más esfuerzo para expresarse y comprenderse correctamente”.

Las videollamadas han sido el pilar del trabajo desde casa, pero más que eso, podrían representar un nuevo método laboral aún cuando salgamos del confinamiento por la pandemia de Covid-19.

La empresa Zoom pasó de 10 a 300 millones de usuarios, por día, en cuestión de meses. El responsable de marketing de la compañía, Derek Pando, argumentó que debe existir una buena planificación antes de una videoconferencia.

“Una buena regla general antes de agendar una reunión es considerar si vale la pena el tiempo que vas a invertir: un email rápido, un mensaje por chat o una llamada de 30 segundos pueden ser suficientes para comunicar tu mensaje y no es tan exigente como una reunión con video llamada”.

Como conclusión el directivo aconsejó ser estrictos con las ubicaciones: “Si conectas con tus amigos o familia en la cocina, en vez de en el escritorio donde trabajas, creará una atmósfera más relajada y evitarás la sensación de que estas en otra llamada de trabajo”.

Las videollamadas son clave para el rendimiento de muchas empresas en todo el mundo pero también alcanzan a crear algunas contrariedades de agotamiento y fatiga.

Algunas máximas de prevención

  • Fijar un horario de finalización. Así como se acuerda a qué hora iniciar, también a qué hora finalizar, caso contrario las reuniones pueden alargarse innecesariamente.

  • Activar la pantalla debe ser opcional. Desconectar la pantalla si se necesita caminar, ir al baño, etc. Al estar mucho tiempo sentado se pierde la atención, por lo que ir por agua o caminar mientras se escucha, puede ayudar. En ese sentido, se recomienda activar para saludar y luego para concentrarse mejor se puede apagar, así como desconectar el audio para escuchar mejor y no interrumpir.

  • No sobrecargarse de video llamadas durante el día, tomar solo las que sean necesarias.

  • No hacer multitasking (o múltiples tareas) durante las video llamadas, sino tratarlas como conversaciones reales.

  • Dejar un lapso de tiempo de descanso o desconexión entre una llamada y otra. No asignarse una tras otra, lo cual solo puede ser negativo.

¿Cuál es tu experiencia sobre el tema?

Tu Coach Cris

Foto superior de Andrea Piacquadio en Pexels¡Gracias Andrea!